27 de marzo de 2013

LOS GATOS EN EL ISLAM



El Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, enseñó a los musulmanes a tener misericordia hacia toda la creación de Al-lah. Existen muchos reportes de su aprecio por los gatos; lo cual dio como resultado su aceptación histórica entre los musulmanes. Los gatos eran muy comunes entre la gente en el tiempo del Profeta (sws), y él dijo: “Ellos (los gatos) no son impuros y pueden mezclarse con vosotros”. El gato es un animal tan limpio que, de acuerdo con narraciones auténticas, uno puede realizar la ablución para rezar con la misma agua de la que bebió un gato. Incluso, es conocido que algunas personas hoy en día se oponen a la tradición del Profeta (sws), realizando malvadas prácticas de tortura y envenenamiento a los gatos. 

¿Acaso piensan que Allah no los Castigará por eso? Ciertamente el castigo de Allah por tales actos es severo, si tenemos en cuenta el Hadiz del Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, por Al Bujari y Muslim respecto a una mujer que encerró a un gato, negándose a alimentarlo y no lo liberó para que pudiera alimentarse por sí mismo. El Mensajero de Allah, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo que como castigo ella sería introducida en el Infierno.

En dos relatos separados de Abu Hurayrah, que Al-lah esté complacido con él, el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, habló a sus Compañeros de las virtudes de salvarle la vida a un perro dándole agua y saciando su sed. Uno de los relatos se refiere a un hombre que fue bendecido por Al-lah por darle agua a un perro sediento; el otro se refiere a una prostituta que llenó su zapato con agua y se le dio a un perro, que tenía la lengua afuera de tanta sed. Por esta acción ella fue agraciada con la máxima recompensa: el Paraíso eterno, por donde corren los ríos, para vivir allí por siempre [Muslim].